La batería de nuestros móviles es uno de los componentes que más debemos cuidar no solo para lograr la mayor autonomía en el día a día, sino también para protegerla y prolongar su vida útil. El calor excesivo, por ejemplo, es el mayor enemigo de la batería, por lo que debemos evitar exponer nuestros móviles a altas temperaturas. Sin embargo, también podemos tomar precauciones al cargar la batería del móvil.
Sí, al cargar la batería, algo básico que hacemos cada día, debemos tener en cuenta algunos detalles importantes para prolongar la salud tanto de la batería como del propio cable que usamos. Estas son algunas recomendaciones.
Esta es la mejor forma de desconectar el móvil cuando está cargando
En el pasado ya hemos hablado sobre el orden correcto, o ideal, de cargar el móvil, entendiendo que hay un orden recomendable que podemos seguir al conectar el móvil al cargador, y éste último al enchufe. Lo que quizás algunas personas no toman en cuenta es que también hay un orden recomendable para desconectar el móvil del cargador.
Durante el proceso de carga buscamos proteger los componentes electrónicos sensibles de nuestros dispositivos, y eso incluye el momento de finalizar la carga, ya que al desconectar el móvil interrumpimos el flujo de corriente en el dispositivo.
Teniendo esto en cuenta, la recomendación es desconectar primero el cable de carga del móvil, y después el cargador de la corriente. De este modo, podemos evitar el riesgo de posibles picos de tensión o fluctuaciones repentinas de la corriente eléctrica, protegiendo así tanto nuestro dispositivo como el mismo puerto de carga y el cable.
Si desconectamos el cargador del enchufe cuando todavía está conectado al móvil, esto significa que hemos interrumpido repentinamente la carga cuando el dispositivo todavía está recibiendo energía. Esto puede generar un incremento repentino o una "chispa", lo que supone un riesgo de desgaste de los componentes electrónicos con el paso del tiempo.
Al desconectar primero el cable del móvil interrumpimos de forma directa y más limpia el flujo de carga hacia el móvil, evitando energía residual en el cargador y el riesgo de picos repentinos de tensión. Después, podemos realizar el segundo paso: desconectar el cargador del enchufe.
Este segundo paso es uno que algunos usuarios suelen obviar, pero no es recomendable hacerlo. De hecho, todo lo contrario, es recomendable no dejar conectado el cargador al enchufe cuando no está siendo utilizado, ya que aunque los cargadores están diseñados para funcionar de forma segura, al dejar conectado un cargador de forma prolongada cuando no está en uso supone un posible riesgo de sobrecalentamiento. El riesgo puede ser mayor en el caso de cargadores muy antiguos.
Y, por supuesto, tampoco es recomendable usar cargadores genéricos ni mucho menos cargadores dañados, estos deben ser reemplazados por cargadores de buena calidad y que no presenten ningún tipo de daño en su estructura.